Primeras impresiones, primeras ideas.

La primera cita no es una reunión. Es un encuentro creativo, un diálogo entre la novia, su historia y la forma que puede tomar sobre el cuerpo. 

Durante dos horas y media me dedico a escuchar. Hablamos de cómo eres, de lo que te inspira, de cómo te imaginas. Después, entramos en el universo de los tejidos: los tocas, los ves en cuerpo, los mezclamos. Los hago vivir sobre ti —no en una hoja— para ver cómo se comportan al contacto con tu silueta y tus gestos. Ahí empieza la magia: esa mezcla de textura, peso y volumen que define el alma del diseño.

Con toda esa inspiración crearé entre 4 y 6 bocetos exclusivamente para ti. En ellos verás reflejadas tus ideas, pero también propuestas nuevas y sorprendentes. Porque diseñar un vestido no es solo seguir indicaciones: es ofrecer una visión creativa que respete tu esencia y te ayude a destacar de forma única.

El diseño cobra forma.

En esta segunda cita, te mostraré los bocetos que he creado pensando exclusivamente en ti. No hay dos iguales. Cada uno recoge lo que hablamos en nuestro primer encuentro: tus ideas, tus gestos, tus sueños… y también lo que intuí entre líneas.

Este es uno de los momentos que más disfruto del proceso. Ver tu reacción al descubrir las propuestas, observar cómo tus ojos reconocen algo que quizás aún no habías imaginado, pero que resuena contigo. Eso es lo que busco.

Tendrás acceso a nuestra selección de materiales de alta costura, desde bordados exclusivos traídos de París hasta tejidos nobles de casas españolas, siempre en armonía con nuestra filosofía de sostenibilidad y calidad.

El diseño elegido será único e irrepetible. Así empieza la magia de la Alta Costura

Patronaje artesanal y sin moldes.

Cada vestido nace en nuestro propio taller, en Valencia. Aquí comienza también la confección, sin intermediarios, sin procesos industriales. Solo manos expertas, tiempo y dedicación.
Cada patrón se traza desde cero. No trabajamos con bases preexistentes ni tallas estándar. Cada novia es única, y su vestido también lo es.

Esta forma de trabajar requiere precisión, sensibilidad y mucha técnica. Por eso, limitamos el número de vestidos al mes: para que cada prenda reciba el cuidado y la atención que merece, desde la primera línea de patrón hasta la última puntada hecha a mano.
Diseñar y confeccionar bajo un mismo techo nos permite algo esencial: controlar cada detalle y cuidar de cada vestido como si fuera el único. Así entendemos la Alta Costura. Así la vivimos cada día.

El vestido cobra vida.

La primera prueba es especial: verás el vestido por primera vez en su versión hilvanada. Aún no hay costuras definitivas, pero ya podrás sentir la silueta, el movimiento y los volúmenes. Es el momento de ajustar, decidir y seguir dando forma juntos al vestido de tus sueños.

Prueba tras prueba, el diseño evoluciona. Nuestro equipo trabaja sobre tu cuerpo: ajustando, moldeando, cosiendo a mano los detalles más delicados. Todo se posiciona contigo presente y luego se terminan a mano en el taller.

Cada vestido necesita su tiempo. Lo importante es que te sientas tú, segura, cómoda, elegante y natural.

Primera cita

Primeras impresiones, primeras ideas.

La primera cita no es una reunión al uso, sino un encuentro creativo en el que conectamos con tu historia y exploramos cómo puede tomar forma sobre tu cuerpo. Durante dos horas y media, hablamos de ti, de lo que te inspira y de cómo te imaginas; después, jugamos con los tejidos, los ves en cuerpo y los probamos sobre ti para entender cómo se comportan en movimiento.

A partir de esa experiencia, creo entre 4 y 6 bocetos exclusivos que combinan tus ideas con una propuesta creativa única. Porque diseñar tu vestido no es solo seguir indicaciones: es dar forma a una visión que respete tu esencia y te haga brillar.

Segunda cita

El diseño cobra forma.

En esta segunda cita te presento los bocetos que he creado pensando exclusivamente en ti. Cada uno recoge lo que hablamos en nuestro primer encuentro: tus ideas, tu forma de moverte, tus gestos… y también aquello que intuí entre líneas. Es un momento emocionante, en el que muchas veces reconoces en papel algo que aún no habías imaginado, pero que sientes profundamente tuyo.

A partir del diseño que elijas, accederás a nuestra selección de materiales de alta costura: bordados traídos de París, tejidos nobles de casas españolas y texturas únicas, siempre en armonía con nuestra filosofía de sostenibilidad y calidad. Así comienza la verdadera magia de la Alta Costura.

En el taller

Patronaje artesanal y sin moldes.

Cada vestido nace y se confecciona en nuestro taller de Valencia, sin intermediarios ni procesos industriales. Cada patrón se traza desde cero, adaptándose por completo a tu cuerpo y esencia. No trabajamos con bases preexistentes ni tallas estándar, porque cada novia es única, y su vestido también debe serlo.

Esta forma de crear exige técnica, sensibilidad y tiempo. Por eso limitamos el número de vestidos al mes, para dedicar a cada uno el cuidado que merece. Diseñar y confeccionar bajo un mismo techo nos permite controlar cada detalle y acompañar cada puntada con la misma atención con la que empezó todo: a mano, y con alma.

Las pruebas

El vestido cobra vida.

La primera prueba es especial: verás el vestido por primera vez en su versión hilvanada. Aún sin costuras definitivas, ya sentirás su forma, movimiento y volumen. Es el momento de ajustar y tomar decisiones para seguir dándole forma juntas.

En cada prueba, el diseño evoluciona contigo. Trabajamos directamente sobre tu cuerpo, moldeando y cosiendo a mano cada detalle. Cada vestido lleva su tiempo, porque lo importante es que te sientas tú: cómoda, segura y natural.